Ing.Thomas Karig
En el año 2018 van a cambiar muchas cosas, entre ellas el TLCAN y los gobiernos de todos los niveles en México. Y una pregunta que nos debemos plantear sobre todo para Puebla es como damos continuidad, aprovechando estos cambios, al desarrollo positivo que el estado ha tenido en los últimos años.
Sin duda, el hecho que Audi se haya decidido por Puebla fue el hito principal. Después de Volkswagen e Hylsa en los años sesenta, Puebla se había quedado al margen del desarrollo industrial que si se dio, primero en los estados fronterizos, y después en el Bajío.
Y la pregunta para los años que vienen es, qué mas hacer para que esta coyuntura para Puebla no se vuelva a perder por los siguientes 50 años. El motor del crecimiento ya no será la industria automotriz, y habrá que buscar a otras empresas de otras ramas para que se interesen por Puebla.
Lo que hizo el gobierno de Moreno Valle para convencer a Audi nos da la pauta: crear la infraestructura necesaria (y de calidad) para que una planta armadora, y sus proveedores, se pudieran instalar en Puebla. Eso costó mucho dinero, si, pero la infraestructura que requiere una planta como Audi no existía en Puebla, a diferencia de otros estados de la república.
Aparte del sitio dónde instalar su empresa, otro factor relevante que los inversionistas toman en cuenta para su decisión es: dónde y cómo van a vivir ellos mismos, o sus ejecutivos. Y ese factor, que se llama “calidad de vida”, es en buena medida determinado por las primeras impresiones que ellos tienen cuando vienen a un lugar nuevo. También en ese aspecto la región metropolitana de Puebla ha dado un gran paso. El espectacular crecimiento del turismo en Puebla nos confirma que hay un avance real.
Ahí estamos. ¿Ahora qué sigue? El mayor error sería pensar que con lo que se hizo en estos años es suficiente. Hay que seguir cuidando la infraestructura, primero mejorando y dando mantenimiento al entorno de las fabricas existentes. Pero, además, hay que crear nuevos espacios que estén preparados para recibir a los inversionistas. No olvidemos que la planta de motores de VW se fue a Silao por eso. El generar una oferta de mano de obra bien calificada es otro de los grandes diferenciadores en la competencia de los estados por las inversiones. Y Puebla aquí tiene tareas pendientes.
En los entornos urbanos, igualmente el mantenimiento y cuidado de las calles, banquetas y camellones es fundamental. No solo determina la primera impresión de un visitante, por supuesto también es algo que los ciudadanos apreciamos o sufrimos todos los días. Nada mas fijémonos en el periférico (que de ecológico no tiene nada), o en los accesos a la ciudad de Puebla desde la autopista. Otro detalle es el caos que Puebla tiene en los señalamientos viales: inútiles para el turista, descuidados y desactualizados. Y así podríamos seguir hablando de los baches, de las casetas atascadas de la autopista, del río Atoyac que es una vergüenza, o también de los Pueblos Mágicos donde la magia termina a 3 cuadras del zócalo.
En resumen: las grandes obras no aseguran el desarrollo sostenible. Son las pequeñas cosas del día a día que tenemos que hacer bien, y exigir a los gobiernos que lo hagan también.
Más información sobre este y otros en mi sitio web www.tkonsult.com.mx. Escúchame cada segundo lunes en Radio Imagen Puebla, FM 105.1, a las 8:40 PM.
