El interés de las empresas por las compras se encuentra en el nivel más bajo en cuatro años conforme sólo un 46 por ciento de los ejecutivos planea realizar adquisiciones en los próximos 12 meses, cifra 56 por ciento menor a la reportada por ejecutivos encuestados el año pasado, según una encuesta de Ernst & Young.
En un momento en que los negociadores se atemorizan ante el aumento de los problemas geopolíticos, fusiones y adquisiciones podría frenarse, según la encuesta que abarcó a más de 2 mil 600 negociadores de 45 países realizada por la consultora con sede en Nueva York.
"La incertidumbre geopolítica, comercial y arancelaria finalmente ha llevado a algunos negociadores a oprimir el botón de pausa", dijo en el informe Steve Krouskos, vicepresidente global de servicios de asesoramiento para transacciones de EY. "A pesar de ganancias mayores que lo previsto en el primer semestre y del imperativo estratégico innegable de realizar acuerdos, podemos esperar que el año termine con muchas menos fusiones y adquisiciones que cuando comenzó".
Es probable que la desaceleración sea sólo temporal y el principio estratégico para las adquisiciones sigue siendo sólido, en tanto EY pronostica que la actividad repuntará en el segundo semestre de 2019.
La mayoría de los encuestados opina que las perspectivas económicas mundiales están mejorando.
La firma consultora se cuenta entre un número cada vez mayor de instituciones que advierten que la actividad en materia de fusiones y adquisiciones podría estar desacelerándose. Las grandes transacciones transnacionales, que impulsaron un boom en la actividad en estos cinco últimos años, probablemente se desaceleren, en parte debido al impacto de las guerras comerciales y la regulación, dijo JPMorgan en septiembre.
Las compañías anunciaron transacciones por valor de unos 3 billones de dólares en los primeros nueve meses, según datos recopilados por Bloomberg, lo que deja a 2018 en vías de superar potencialmente el total de 4.1 billones de dólares alcanzado en 2007 a menos que haya una desaceleración abrupta en el cuarto trimestre.
Las empresas se toman más tiempo para analizar sus carteras en medio de la incertidumbre y es probable que se deshagan de más activos en adelante, según la encuesta.