El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó sus perspectivas de crecimiento para México de 2.3 a 2.2 por ciento para 2018 y de 2.7 a 2.5 para 2019, en un contexto donde se observan señales de menor inversión, débil comercio y desempeño de las manufacturas.
De acuerdo con el reporte Perspectivas de la Economía Mundial, México sigue expuesto a brotes de volatilidad financiera en los mercados globales, dada su profunda integración con el resto del mundo.
El organismo considera que el tipo de cambio debe seguir siendo el principal amortiguador y la intervención cambiaria sólo debe usarse para protegerse contra condiciones desordenadas del mercado; no obstante, indicó, la línea de crédito flexible con el FMI proporciona un seguro adicional, en caso de eventos extraordinarios.
Sobr el comercio mundial, el FMI destacó que desde enero pasado las relaciones globales se han complicado, debido a acciones arancelarias por parte de Estados Unidos y represalias de sus socios.
Aunado a esto, el crecimiento mundial ha demostrado ser menos equilibrado de lo esperado y ha aumentado la probabilidad de que se produzcan perturbaciones negativas, pues entre otros elementos, en varias economías clave el crecimiento se apoya en políticas que parecen insostenibles a largo plazo.
Para la economía mundial el FMI redujo sus proyecciones de crecimiento de 3.9 a 3.7 por ciento, al considerar que eran “demasiado optimistas”.