El asesor de la Confederación de Metalúrgicos de Brasil, Fernando Augusto Moreira Lopes, consideró que el sindicalismo enfrenta un revés con el cambio de régimen en esa nación con la llegada de Jair Bolsonaro, en contraste con México donde se reivindicarán una serie de causas sociales en interés de la clase trabajadora con Andrés Manuel López Obrador.

De ahí la necesidad de “una actuación con visión global” por parte del sector obrero, señaló en el marco de la asamblea constitutiva de la Federación de Sindicatos Independientes de Industrias automotriz, aeronáutica y del neumático (Fesiiaaan). 

En entrevista, contrastó que en Brasil los salarios son superiores que en México, donde “es muy bajo a pesar de que las industrias son las mismas”, por lo cual confió que los sindicatos mexicanos negocien con un nuevo gobierno la desaparición de un tope salarial.

Recordó que los sindicatos independientes han logrado mejoras por arriba de los topes, con niveles del 3.5 por ciento arriba de los mínimos generales.

Ahora se trata de que si el nuevo gobierno acaba en México con la figura de contención salarial que de hecho no está en la ley y se permite una libre negociación colectiva, subrayó.

La Confederación Nacional de Metalúrgicos brasileña (CNM-CUT)  aglutina a sindicatos de siderurgia y aceros automotrices de ese país para sumar 1.5 millones de miembros.

Moreira Lopes apuntó que en Brasil los salarios oscilan en seis mil dólares mensuales con 40 horas semanales de trabajo.

No obstante alertó prevalece el riesgo de una situación laboral regresiva bajo la visión de acabar con los sindicatos metalmecánicos con la llegada del ultraderechista Bolsonaro.

“Ya hay movilizaciones y llamadas de paros generales para evitar el retiro de las conquistas”, refirió.

Estos serán periodos difíciles pues en las negociaciones “nos están amenazando” de desplazar producciones a otros países, incluido México, aseveró.