En los tres primeros meses del año 2018, Puebla gastó 48 veces lo presupuestado para publicidad oficial. De hecho, al cierre del año, ejerció 453 veces lo aprobado por su Congreso Local, conforme análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Hay un abuso sistemático entre los recursos presupuestados y ejercidos por las entidades, refiere el IMCO en su Índice de Información del Ejercicio del Gasto 2019, en el cual recalca que los congresos locales no hacen nada por detener el abuso en el ejercicio de los recursos públicos, a pesar de que cada trimestre conocen las variaciones injustificadas.
Para el IMCO, “la complicidad legislativa crea el peor escenario: los diputados no usan sus facultades para emitir opiniones respecto al ejercicio del gasto y no llaman a comparecer a los secretarios de finanzas para justificar las variaciones excesivas”.
De hecho en 90 rubros de gasto, los estados tuvieron variaciones superiores al mil por ciento.
El análisis del IMCO detectó grandes variaciones entre lo presupuestado y lo gastado por las entidades en 2018. A pesar de que los congresos cuentan con la información, no frenaron esta mala práctica
Para el IMCO, esto se debe a que los diputados locales no han regulado sus propias atribuciones para aprobar o negar las modificaciones al presupuesto realizadas por las secretarías de finanzas, aunado a que hacen poco o nulo uso de su facultad de emitir opiniones sobre los informes trimestrales de gasto que las secretarías de finanzas les remiten.
Asimismo, los legisladores locales no exigen la comparecencia de las autoridades que gastan más de lo aprobado.
En complicidad con los congresos locales, los gobiernos estatales no son austeros, advierte el IMCO, al exponer que otros ejemplos de un mal ejercicio del gasto, además de omisión y complicidad legislativa en 2018 fueron que Guerrero ejerció en ceremonias oficiales mil 899 veces lo aprobado por el Congreso.
Mientras, para el primer trimestre del año 2018, Sinaloa ya había gastado siete veces su monto presupuestado para la compra de vehículos de transporte, mientras que, al finalizar ese año la cantidad fue 23 veces superior a su presupuesto inicial.
Por su parte, Tlaxcala gastó 85 veces lo presupuestado originalmente para la compra de mobiliario (equipo de cómputo, estantes, escritorios, entre otros).
En tanto, en el primer semestre, el estado de Chihuahua gastó 72 veces el presupuesto aprobado para la adquisición de maquinaria y equipo agropecuario, industrial y de construcción. Al finalizar 2018, gastó 582 veces su monto aprobado.
Por ello, el IMCO propuso establecer controles a las modificaciones presupuestales de los Poderes Ejecutivos estatales que limiten el aumento desproporcionado e injustificado de su gasto administrativo.
Además, si un Gobierno estatal requiere modificar su gasto para alguna partida o ramo en más del 15%, debe tener la aprobación del Congreso local.
En paralelo, postuló una mayor participación de los congresos locales en la aprobación y supervisión del ejercicio del gasto: cumplir su función de contrapeso.