Joe Biden será el presidente de los Estados Unidos, luego que el candidato demócrata obtuvo el triunfo decisivo en el estado de Pensilvania, que le permitió superar los 270 votos necesarios para tener la mayoría en el Colegio Electoral.
El próximo 20 de enero Joseph Robinette Biden asumirá con 78 años como el segundo presidente católico en la historia de Estados Unidos, después de John F. Kennedy.
Junto a él, asumirá la primera mujer vicepresidente, la abogada afroamericana, ex fiscal general de California y actual senadora Kamala Harris.
El presidente Donald Trump aún no ha reconocido el resultado, aunque buscará revertirlo en la justicia.
La controversia podría llegar hasta la Corte Suprema y demorar la resolución hasta diciembre, según dieron a conocer medios estadounidenses.
La victoria del demócrata se da luego de más de cuatro días de un complejo recuento de votos, logrando la victoria en los estados de Pensilvania y Nevada, lo que le otorgó un mínimo de 290 votos electorales, superando los 270 necesarios para consagrarse como presidente electo de los Estados Unidos.
Los resultados en estos estados fueron confirmados por la agencia AP y los principales medios de comunicación, pero el presidente Donald Trump está lejos de reconocer la derrota.
Trump denunció un fraude en los distritos más disputados e inició en ellos demandas judiciales, aunque desde el había planteado objeciones sobre el sistema de votos por correo, que existe hace décadas en Estados Unidos pero que esta vez, ante las limitaciones para el movimiento que impone la pandemia de coronavirus, alcanzó un récord de más de 100 millones de sufragios anticipados por esa vía.
Tras conocerse el resultado en Pensilvania, en un comunicado en el que Joe Biden ya se presenta como presidente electo dijo: “Estoy honrado por la confianza que el pueblo estadounidense ha depositado en mi y en la vicepresidenta electa (Kamala) Harris. A pesar de los obstáculos sin precedentes, votó un número récord de estadounidenses, probando, una vez más, que la democracia late en lo profundo del corazón de los Estados Unidos”".
Dijo que “con la campaña concluida, es tiempo de dejar atrás el enojo y la retórica dura, y de unirnos como nación. Es tiempo de que los Estados Unidos se unan. Y sanen. Somos los Estados Unidos de América. Y no hay nada que no podamos hacer, si lo hacemos juntos”.