La Unión Europea y el Reino Unido firmaron el acuerdo comercial que regirá las relaciones económicas entre ambos países desde el 1 de enero, sin aranceles ni cuotas para el comercio de bienes.
Lo anterior tras un largo y arduo proceso del Brexit, que se hará realidad con las campanadas de la próxima semana tras casi cinco años agónicos.
La clave, según la agencia Reuters, fueron las grandes concesiones británicas en el apartado de la pesca, el principal obstáculo que ha mantenido a los negociadores día y noche en las últimas semanas.
Londres esperaba recortar las cuotas europeas en un 60 o 70 por ciento en tres años, pero finalmente aceptó un recorte más cercano al 30 por ciento y en un plazo de unos cinco años.
El gobierno británico también celebró lo conseguido: "Este acuerdo incluye todo lo prometido en el referéndum de 2016. Hemos recuperado el control de nuestras fronteras, nuestras leyes, nuestro dinero y nuestras aguas.
El proceso de ratificación empezará en los próximos días. Se prevé que el primer ministro británico, Boris Johnson, convoque sesiones parlamentarias para el 30 y el 31 de diciembre para firmar su parte.
El Parlamento Europeo se tomará su tiempo para traducir las más de dos mil páginas del tratado a todos los idiomas oficiales y revisar todas las cláusulas con tiempo.