El control del Covid-19 ubicó a China como la única economía del mundo en evitar una contracción económica en 2020 al registrar un crecimiento de La 2.3 por ciento.
Ese avance se vio impulsado por un crecimiento del 6.5 por ciento en el último trimestre de 2020 respecto al año anterior.
Economistas encuestados por Bloomberg habían pronosticado un crecimiento del 6.2 por ciento para el último trimestre y del 2.1 por ciento para todo el año.
La recuperación se vio favorecida desde el principio por estímulos fiscales y monetarios que impulsaron la inversión en infraestructura y bienes raíces, según una nota de El Financiero.
Una vez que China tuvo los casos de virus bajo control y las fábricas pudieron reanudar la producción, el crecimiento fue impulsado por la fuerte demanda de los consumidores extranjeros de exportaciones chinas, especialmente de equipos médicos y dispositivos para trabajar desde casa.
Mientras la producción mundial se habría contraído 4.2 por ciento el año pasado, las ganancias de China aumentaron su participación en la economía mundial al 14.5 por ciento, según estimaciones del Banco Mundial, en comparación con el 22 por ciento de Estados Unidos.