Durante la Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente de China, Xi Jinping, anunció que su país dejará de participar en la construcción de plantas de carbón en el extranjero.
Expuso que éste es un paso "enorme" en la lucha contra el cambio climático, según los expertos, aunque hay interrogantes a resolver, ya que puede tener implicaciones para todo el planeta.
"China intensificará el apoyo a otros países en desarrollo de energía verde y baja en carbono, y no construirá nuevos proyectos de energía a carbón en el extranjero", destacó el mandatario en un video pregrabado.
La medida podría obstaculizar el desarrollo futuro del carbón en el mundo: más del 70% de todas las plantas de carbón del mundo construidas actualmente dependen de fondos chinos, según datos del Instituto Internacional de Financiación Verde, con sede en Pekín, citados por Bloomberg.
En 2020, el mandatario chino ya había anunciado que planeaba convertir a China en un país carbono-neutral para 2060, y en su discurso este miércoles ante la ONU prometió acelerar los esfuerzos para lograrlo.
El compromiso de China llega a pocas semanas de la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU (COP26) que se celebrará en noviembre en Glasgow y que buscará ampliar los objetivos del Acuerdo Climático de París.
Las declaraciones de Xi fueron celebradas por distintas organizaciones ambientales, si bien insistieron en la necesidad de medidas en el propio país asiático, el principal contaminante del mundo.
El anuncio de China se produce después de otras promesas similares de Corea del Sur y Japón y tras las presiones por parte de la comunidad internacional.
La organización climática 350.org dijo, según la agencia AFP, que el anuncio de Xi era "enorme" y que podría significar un "cambio radical".