Pese a las expectativas del fin de la pandemia por la propagación del ómicron, ahora se manifiesta un nuevo fenómeno que nos sienta en la silla: la flurona.
Se le ha nombrado flurona a la presencia simultánea de dos virus a la vez en una persona, como el de la gripe, y el SARS- CoV-2 que es el causante de la enfermedad COVID-19.
Los virus que causan el resfriado, la gripe y el COVID-19 se propagan de la misma forma: a través de las gotitas que salen de la nariz y la boca de las personas infectadas, y en los tres casos pueden transmitirse antes incluso de que una persona sepa que está contagiada, según información de la agencia de noticias AP.
Lo que varía es el tiempo en el que una persona infectada con alguna de ellas empieza a sentirse mal. Algunos contagiados de coronavirus son asintomáticos, pero aún así podrían transmitir igual el virus.
La tos, la fiebre, el cansancio y el dolor muscular son comunes tanto a la gripe como al COVID-19, dijo Kristen Coleman, profesora adjunta de investigación en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Maryland.
Los síntomas específicos del COVID-19 incluyen la pérdida del gusto o del olfato, además del resfriado común, por su parte, tienden a ser más leves, con congestión nasal y dolor de garganta. La fiebre es más habitual en la gripe.
Es posible contraer la gripe y COVID-19 al mismo tiempo, lo conocido como “flurona”. “Una coinfección de cualquier tipo puede agravar o empeorar los síntomas por completo”, apuntó la investigadora Kristen Coleman.
“Si los casos de gripe siguen subiendo, podemos esperar ver más de este tipo de coinfecciones virales en las próximas semanas o meses”, declaró a AP.
El peligro de la coinfección con dos virus respiratorios agresivos como el SARS-CoV-2 y un virus de la gripe al unísono se encontraría en la respuesta a la infección, es decir, en los síntomas, dice Guillermo López Lluch, investigador en sistemas inmunológicos.
La gripe estacional es capaz de producir miles de muertes anuales por sí misma incluso en personas vacunadas, ya que sus sistemas inmunológicos no pueden atajar la infección, refiere el especialista en un artículo publicado en el portal de información científica The Conversation.
Por lo tanto, añade, si ambos virus coinfectan a una persona inmunológicamente deprimida, su acción combinada generaría síntomas ya conocidos como la neumonía.