La desinformación diseminada a través de las plataformas digitales es una de las mayores preocupaciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), sobre todo en este 2024 donde se desarrollan elecciones en 60 países.
Este año, casi la mitad de la población a nivel mundial, celebrarán elecciones. Incluso en el último informe sobre riesgos globales, el Foro Económico Global sitúa la desinformación como la práctica más peligrosa para la economía a corto plazo, por encima de otros riesgos graves como el cambio climático, la polarización social, la ciberseguridad, la migración y la contaminación.
En ese contexto, una encuesta de la UNESCO e IPSOS en 16 países donde se celebran este año elecciones, refleja que el 85% de la ciudadanía está preocupada por el impacto e influencia de la desinformación en línea, mientras que al 87 por ciento le preocupa el impacto de la desinformación en los procesos electorales de sus países.
Antes, al arranque de las redes sociales, se daba por hecho que una publicación difundía algo real; sin embargo, la desinformación es más común en esos espacios, así como los riesgos de manipulación a través de la Inteligencia Artificial o versiones tergiversadas como que una candidata cerraría la Basílica de Guadalupe, u otra candidata hondeando la bandera al revés, mientras que un tercero que se le atribuía al candidato presidencial, donde supuestamente ponía en duda el Holocausto y que no existió.
Una sociedad que ansía desesperadamente datos fiables y una industria de publicación científica que aún arrastra muchos aspectos de la era Gutenberg han contribuido a una pandemia paralela, una “infodemia”. El término se utiliza para referirse a la sobreabundancia de información (alguna rigurosa y otra falsa) sobre un tema, definen Carlos Chaccour (Assistant Research Professor y director Científico del proyecto BOHEMIA en ISGlobal) y Rafael Vilasanjuan (director de Análisis y Desarrollo Global de ISGlobal),
En México existen esfuerzos para contrarrestar ka información falsa como la plataforma de fact-checking “El Sabueso” del medio Animal Político, que empezó a operar en 2015 con tres periodistas y ahora suma a 18 integrantes.
Añadió que algunos de los retos actuales contra la desinformación en las plataformas digitales son el uso de Inteligencia Artificial, ya que aún se carece de herramientas que puedan verificar al 100 por ciento ciertos contenidos audiovisuales; las cuentas anónimas en redes sociales que se hacen pasar por medios de comunicación y a las que se les inyecta una gran cantidad de dinero, junto con el uso de bots con los que se busca manipular la opinión pública.
Además, la falta de información y transparencia de algunas compañías de plataformas digitales, como el hecho de saber quién gasta y quién paga ciertos anuncios.
De ahí, refiere ONU México, la importancia de fortalecer la alfabetización mediática de la sociedad, al indicar que otros esfuerzos clave contra la desinformación electoral en las plataformas digitales son los realizados por el Instituto Nacional Electoral en alianza con plataformas digitales, academia y organizaciones de la sociedad civil.
Con Facebook, de Meta, el INE lanzó el chatbot #InésTeResponde en WhatsApp (+52 55 5809 7300), un asistente virtual que responde dudas básicas sobre dónde y cómo votar o cuáles son los cargos elegibles para estos comicios.
Además, con el apoyo de medios de comunicación especializados en la verificación de información como Animal Político, Reuters y AFP, ayuda a la ciudadanía en la consulta sobre posibles noticias falsas o imprecisas. La iniciativa forma parte del proyecto #CertezaINE2024 que busca combatir la desinformación electoral.
Por otro lado, con la organización civil Movilizatorio y la Universidad Iberoamericana, el INE lanzó recientemente una serie de spots que buscan contribuir a la alfabetización mediática y el combate a la desinformación fortaleciendo la capacidad de discernimiento de la ciudadanía.
“Si tenemos la habilidad de reconocer mensajes engañosos, también podemos identificar y hacer frente a la desinformación durante la jornada electoral”, destacan los videos, los cuales invitan a la población a verificar lo que se lee en redes sociales antes de compartirlo, a consultar la fuente original, la fecha de publicación y otros datos clave.


