Las tarifas de 30 por ciento de impuestos que el gobierno de Estados Unidos encabezado por Donald Trump, impuso a las importaciones de paneles solares violan normas del Capítulo 20 sobre la solución de controversias del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Después de que el pasado 22 de febrero, la administración del presidente estadounidense Donald Trump anunció la imposición de aranceles a las importaciones de paneles solares de 30 por ciento y de 20 por ciento a las lavadoras, Canadá pidió tomar en cuenta la conclusión de la Comisión de Comercio Internacional (ITC).
La ITC determinó que las importaciones mundiales de células solares fotovoltaicas afectaban a los fabricantes estadounidenses, pero que las empresas canadienses sólo tenían una participación del 2 por ciento del mercado y no contribuían al daño interno.
La canciller Chrystia Freeland, principal negociadora en el TLCAN, explicó que la ITC no recomendó aranceles contra las firmas canadienses, pero la administración Trump no las excluyó de su medida proteccionista, que prevé una reducción de aranceles de 30 a 15 por ciento en tres años y su eliminación en ese término.
Señaló que las medidas estadunidenses han afectado a las empresas y trabajadores en ambos lados de la frontera y resaltó que los aranceles violan las normas del TLCAN y se impusieron a pesar de que la ITC descubrió que las importaciones de paneles solares procedentes de Canadá no perjudicaban a la industria de Estados Unidos.
Aseguró que Canadá “es un firme defensor del comercio internacional basado en reglas y espera que sus socios comerciales también respeten sus obligaciones internacionales.
