El gobierno de México precisó que sin los esfuerzos en materia migratoria, Estados Unidos recibiría 500 mil personas migrantes más, sólo en 2019, y que si la imposición de tarifas arancelarias llegara a implementarse, los flujos migratorios serían aún más numerosos y ambas economías serían menos competitivas al exterior y menos prósperas al interior.
En un comunicado, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard y la embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, enfatizaron nuevamente la importancia de atender las causas estructurales de la migración, como ha sido expuesto por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), órgano de Naciones Unidas, en su propuesta para el Plan de Desarrollo Integral El Salvador – Guatemala – Honduras – México, que ha sido diseñado en conjunto con los gobiernos del norte de Centroamérica.
Se destacó que la propuesta de México es trabajar con Estados Unidos para abordar desafíos comunes. Entre diciembre de 2018 y mayo de 2019, las autoridades migratorias mexicanas han devuelto a 80 mil 537 personas migrantes, principalmente a los países del norte de Centroamérica.
Asimismo, México ha detenido a más de 400 personas por delitos vinculados al tráfico de personas.
Recalcó que en apego al derecho internacional, México ha recibido 24 mil 541 solicitudes de refugio, así como ocho mil 835 migrantes retornados de Estados Unidos que realizan su proceso migratorio ante tribunales estadounidenses mientras aguardan en territorio mexicano.
Adicionalmente, alrededor de 18 mil 778 personas esperan en un puerto de entrada fronterizo, aún en territorio mexicano, para presentar solicitudes de asilo ante Estados Unidos.
En materia agrícola, los daños de las medidas arancelarias entre las dos economías complementarias alcanzarían los 117 millones de dólares mensuales o 3.9 millones de dólares diarios (considerando datos del cierre anual de exportaciones 2018).
Agregó que de implementarse la medida, los efectos negativos llegarían a todos los estados de la Unión Americana e impactarían a las cadenas de valor binacionales, a los consumidores y a los puestos de trabajo que se generan a partir del comercio con México.
La secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, subrayó los efectos positivos de la integración económica entre México y Estados Unidos, que toma lo mejor de cada país para elaborar un producto final.
Por su parte, el subsecretario para América del Norte, Jesús Seade, añadió que el daño de las tarifas arancelarias sería expansivo, pues el arancel sería gravado cada vez que un producto cruce la frontera. Asimismo, destacó el valor que México aporta para Estados Unidos, al ofrecer un mercado de considerable tamaño para sus exportaciones, con una dinámica poblacional que fortalece su capacidad y competitividad económicas.
De esta manera, el mexicano enfatizó su apuesta por el diálogo como una estrategia que puede evitar una confrontación costosa e innecesaria, al tiempo que analiza los potenciales mecanismos retaliatorios en materia arancelaria.
"México continuará en defensa de una región más competitiva y libre de aranceles que proteja los derechos humanos y que coopere para, aun desde distintos puntos de vista, resolver los problemas que enfrentamos en común", señaló el comunicado.