Los derechos laborales, las reglas de origen, las actualizaciones y la vigencia, son las principales diferencias entre el nuevo Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que entró en vigor en el año 1994.
De acuerdo con el análisis de Juan Francisco Torres, socio director del despacho internacional Hogan Lovells, en el marco de los derechos laborales, el principal reclamo de los sindicatos de Estados Unidos y Canadá fue que en México hubiese garantía de la democracia sindical, las negociaciones colectivas, el aumento al salario mínimo y la creación de un sistema de tribunales que resuelvan las disputas laborales.
Comentó que, en México preocupan los nuevos paneles de solución de controversias laborales que podrían derivar en sanciones o aranceles para industrias que no respeten los derechos de los trabajadores.
Respecto a las reglas de origen, Estados Unidos impulsó el aumento de 62.5 a 75 por ciento el mínimo de contenido de los automóviles fabricados en la región, un aumento gradual hasta 2023.
De forma adicional, se establece un requisito de integración de 70 por ciento de acero y aluminio de la región, de acuerdo con la Comisión de Comercio Exterior y Asuntos Internacionales de la Confederación mexicana de Cámaras Industriales (Concamin).
El especialista detalló que la medida más complicada para México es la que obliga a que 40 por ciento del vehículo lo fabriquen trabajadores con salarios superiores a 16 dólares la hora, pues el salario mínimo nacional es de 123 pesos diarios, es decir, poco más de cinco dólares.
En el rubro de actualizaciones, el T-MEC cuenta con nuevos capítulos de comercio digital, medio ambiente, competitividad, anticorrupción, buenas prácticas regulatorias, y pequeñas y medianas empresas.
Por último, el especialista explicó que a México le tomará tres años tener el marco jurídico completo para el T-MEC, pero tiene una vigencia de cinco años, a diferencia del TLCAN, que no caducaba.