Los préstamos de emergencia otorgados a pequeños negocios durante la pandemia en Estados Unidos fueron añadidos a la lista de programas públicos altamente susceptibles al fraude o la malversación.
La Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno (GAO por sus siglas en inglés) informó que millones de pequeños negocios se han beneficiado de esos créditos, pero que fueron elaborados a una velocidad que limitó la posibilidad de equiparlos con salvaguardas contra riesgos, “incluyendo la susceptibilidad de pagos impropios y el potencial de fraude”.
La Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa garantizó más de 14.7 millones de préstamos y subsidios por valor de unos 744 mil millones de dólares entre marzo y diciembre.
El Congreso aprobó otros préstamos de emergencia por valor de 304 mil millones en diciembre.
El tipo más común de esos créditos, el PPP, se otorga con intereses bajos y se puede cancelar bajo ciertas condiciones, como por ejemplo que cierto porcentaje vaya al pago de nómina, los cuales, se han vuelto sumamente populares entre tiendas y restaurantes y otras pequeñas empresas que tratan de sobrevivir a la pandemia.
La GAO indicó en su reporte que para enero seguía sufriendo demoras en la obtención de información clave sobre esos préstamos, como planes de supervisión o documentos para el cálculo de pagos inapropiados.
Las agencias de auditoría del gobierno emitieron una lista de créditos de alto riesgo a fin de llamar la atención sobre deficiencias identificadas por la GAO y provocar medidas que le ahorren dinero al contribuyente o que mejoren la administración pública.
Otro artículo en la lista son los programas públicos para evitar el uso indebido de fármacos.