Más de 50 mil personas en todo el mundo han perdido la vida durante viajes migratorios, de las cuales 4 mil se registraron en el cruce entre México y Estados Unidos, desde que el Proyecto Migrantes Desaparecidos de ONU Migración comenzó a documentar los decesos en 2014.
A pesar de que el aumento en el número de pérdida de vidas se mantiene estable, los gobiernos de los países de origen, tránsito y destino han hecho muy poco para abordar la actual crisis mundial de los migrantes desaparecidos.
En las Américas, casi 7 mil muertes han sido documentadas, la mayor parte de ellas registradas en rutas hacia los Estados Unidos (4 mil 694).
El cruce de la frontera terrestre entre los Estados Unidos y México es el punto en el que han ocurrido más de 4 mil muertes en total desde 2014.
“Si bien cada año se han documentado miles de muertes a lo largo de rutas migratorias, poco se ha hecho para abordar las consecuencias de tales tragedias, y mucho menos para prevenirlas”, sostiene Julia Black, coautora del Informe.
“Independientemente de las razones que obligan o impulsan a cada persona a desplazarse, nadie merece morir por querer tener una vida mejor”.
En los registros del Proyecto Migrantes Desaparecidos más de 30.000 personas son de nacionalidad desconocida, esto es más del 60% de quienes pierden la vida en rutas migratorias siguen sin poder ser identificados, dejando a miles de familias sin las respuestas que están buscando.