Un análisis de Wilson Center en torno a tratados comerciales de Estados Unidos advirtió que mientras China apuesta a que el mundo quiere nuevos acuerdos y oportunidades, Estados Unidos parece estar apostando a que el mundo se conformará con otros enfoques y alternativas.
El presidente y CEO de Wilson Center, Mark A Green, señaló en ese contexto que "será mejor que hagamos esto bien", al exponer que además de solicitar unirse al Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), que Estados Unidos ha rechazado, China ha estado buscando acuerdos comerciales con Sri Lanka, Moldavia e Israel, entre otros, observó.
Incluso, "muchos de nuestros socios comerciales siguen adelante sin nosotros: Canadá, Australia, Chile, Japón, México, Malasia, Perú, Vietnam y Singapur han firmado el CPTPP, países que representan casi el 14% de la economía mundial".
Al percibir una oportunidad política, si no económica, China ha dejado claro que también le gustaría unirse al CPTPP, apuntó.
En medio de un escenario electoral en Estados Unidos, el exadministrador de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y expresidente del Instituto Republicano Internacional, refirió que mientras Washington debate las mejores formas de fortalecer el liderazgo económico estadounidense y abrir nuevos mercados, Beijing continúa buscando activamente nuevos acuerdos comerciales siempre que puede.
Comentó que en la era del libre comercio, Ronald Reagan dijo una vez: “Nada demuestra mejor la comunidad compartida de aspiraciones entre nuestras naciones que nuestra promoción del comercio libre y armonioso para nuestro beneficio mutuo”. Obviamente, el mundo ha cambiado dramáticamente desde los días de Reagan, y los líderes estadounidenses (de ambos partidos) han cambiado su enfoque sobre el arte de gobernar y el liderazgo económicos.
Para muchos republicanos, la búsqueda del libre comercio está siendo reemplazada gradualmente por lo que Robert Lighthizer, ex Representante Comercial de Estados Unidos, ha denominado “comercio equilibrado”, es decir, un enfoque en eliminar nuestro déficit comercial (la diferencia entre nuestras exportaciones e importaciones) con cada uno de nuestros socios cuando sea posible. Lighthizer sostiene que el enfoque de comercio equilibrado funcionaría para fortalecer sectores prioritarios en nuestra economía nacional.
De hecho, en su plataforma partidaria para 2024, el Comité Nacional Republicano afirma: “Nos comprometemos a reequilibrar el comercio, asegurar la independencia estratégica y revitalizar la industria manufacturera. Daremos prioridad a la producción nacional y garantizaremos la independencia nacional en bienes y servicios esenciales”.
Paradójicamente, cuando en su pasada gestión Donald Trump anunció con orgullo la finalización de las negociaciones del T-MEC, lo consideró “el acuerdo comercial más grande, más significativo, moderno y equilibrado de la historia”.
En el extremo partidista, para muchos demócratas, el apoyo al libre comercio que caracterizó a la administración Clinton está siendo reemplazado por un énfasis en el “friendshoring” y el “nearshoring”.
Katherine Tai, la actual Representante Comercial de Estados Unidos, ha argumentado que los TLC tradicionales simplemente permiten a las corporaciones encontrar “mano de obra barata en el extranjero” a expensas de los trabajadores estadounidenses y la seguridad nacional. Este nuevo enfoque enfatiza políticas que controlan el comercio de tecnología con China y fomenta el comercio con aliados en la cadena de suministro de energía limpia y en sectores tecnológicos de vanguardia.
Asimismo, la Estrategia de Seguridad Nacional de la administración Biden, publicada a finales de 2022, afirma: “Estamos complementando el poder innovador del sector privado con una estrategia industrial moderna que realiza inversiones públicas estratégicas en nuestra fuerza laboral, sectores estratégicos y cadenas de suministro, especialmente en áreas críticas y tecnologías emergentes."
En términos prácticos, esto ha significado dejar las negociaciones de TLC con Kenia y el Reino Unido en un segundo plano y, en cambio, enfatizar acuerdos no arancelarios como el Marco Económico para la Prosperidad del Indo-Pacífico y la Asociación de las Américas para la Prosperidad Económica.
Green también ha sido director ejecutivo del Instituto McCain, presidente de la Iniciativa para el Desarrollo Global y director senior de la Coalición de Liderazgo Global de Estados Unidos.