René Sánchez Juárez
Tras el devastador escenario que dejó el Huracán Otis a su paso en el puerto de Acapulco, ha provocado hasta el momento 43 personas fallecidas y 26 desaparecidos y miles de millones de pesos en daños a infraestructura pública y privada.
A través de noticiarios y redes sociales hemos sido testigos de la fuerza de la naturaleza, en un inusual fenómeno natural que pasó de tormenta tropical a huracán categoría 5 en tan sólo unas horas y a pesar de los avisos de las autoridades no hubo tiempo suficiente que preparara tanto a locales como a turistas para vivir esa pesadilla.
A unos días de la tragedia hemos visto los destrozos, los servicios públicos interrumpidos, saqueos a tiendas departamentales, turistas desesperados por salir del puerto, hoteles en ruinas, colonias populares con calles intransitables, comunicaciones inservibles y sin servicio de luz eléctrica.
Siempre que se vive una catástrofe natural, el pueblo de México se une para poder apoyar de la forma en la que puede, a través de donativos o en especie, cientos de centros de acopio privados y públicos a lo largo del país han aparecido para apoyar a nuestros connacionales de Acapulco.
Sin embargo, la reconstrucción del puerto está más allá de apoyar a los miles de damnificados de forma inmediata, que es importante pero también debemos ver a mediano plazo.
No sólo hay que enfocarse en la parte hotelera, donde el daño fue más impactante, también las zonas populares fueron bastante afectadas. Por lo que se debe enfrentar tanto es sector hotelero como el sector popular.
Tanto el gobierno a través de estímulos fiscales y/o económicos y la banca deberán establecer programas para reactivar la economía de uno de los puertos más emblemáticos del país.
Por lo mientras el presidente ya declaró que ampliarán los programas del Bienestar, y que platicó con dueños de bancos y aseguradoras y acordaron que entregarán el 40% de créditos a la palabra.
Por su parte la banca privada ha anunciado que habrá apoyos que se aplicarán a créditos vigentes registrados entre el 2 y 24 de octubre, para personas con domicilio en las zonas afectadas, que incluye créditos hipotecarios, automotriz, personales y tarjetas de crédito y que no habrá afectaciones a través del buró de crédito.
La ayuda que podamos aportar como ciudadanos es importante, pero también los planes a mediano plazo que se pueda diseñar el gobierno para poner en pie la economía del puerto. Esto será primero en que se garantice la seguridad y el regreso de los servicios públicos, para dar paso a la reconstrucción y posterior promoción de sector turístico de Acapulco y reactivar la economía.
