La semana pasada comentábamos los resultados de las elecciones en seis estados de república, donde la coalición del presidente ganó Oaxaca, Tamaulipas, Quintana Roo e Hidalgo, mientras que la oposición retuvo Aguascalientes y Durango, un duro golpe, sin embargo, en esta ocasión nos queremos referir al caso del PRI, y cómo de haber sido el partido hegemónico el siglo pasado, pasará a ser un partido satélite del PAN, su adversario natural.