México busca convertirse en uno de los principales exportadores mundiales de combustible, aprovechando la proximidad física del país a las crecientes reservas de Estados Unidos.

Aunque las exportaciones de gas natural de México son inexistentes en la actualidad, ya que produce muy poco combustible de la planta de energía para satisfacer incluso sus propias necesidades internas, su ubicación geográfica hacia las crecientes reservas de Estados Unidos bien posiciona  al país para suministrar gas estadounidense a compradores hambrientos en Europa y Asia.

De acuerdo con Bloomberg se han propuesto un total de ocho proyectos de exportación de gas natural licuado al sur de la frontera, con una capacidad combinada anual de 50.2 millones de toneladas, de las cuales, algunas podrían estar en línea el próximo año.

Los planes de México para ingresar al mercado de exportación llegan en un momento en que la demanda de gas natural se está disparando a nivel mundial. El gas ya estaba ganando popularidad frente a los combustibles fósiles más sucios como el carbón debido a su huella de carbono comparativamente más baja cuando la guerra en Ucrania impulsó la demanda a un nivel completamente nuevo.