Un botón en la salpicadera de u auto tiene un botón que permite ahorrar hasta un 30 por ciento de combustible.

Aunque su verdadera función es hacer recircular el aire dentro del vehículo, es un botón que tienen prácticamente todos los coches, con independencia de si tienen aire acondicionado climatizador y sin necesidad de ser de los más nuevos.

Este sistema de climatización, o aire acondicionado, del coche está preparado para coger el aire que refrigera o calienta el habitáculo del interior o del exterior. Al activar la recirculación las entradas de aire se cierran, de forma que esto impide que el aire pase desde el exterior al interior del vehículo.

El objetivo principal detrás de este botón es mejorar el confort en el interior del vehículo. Cuando toma el aire del interior del coche este pasa por los mismos filtros que cuando lo hace del exterior, con la diferencia de que así evita la entrada de polvo o los malos olores de la contaminación medioambiental.

Los expertos recomiendan usar esta función de recirculación del aire, sobre todo, en verano. Esto es porque el sistema debe hacer un esfuerzo menor para enfriar el aire cuando este procede del interior del vehículo.

Además, aseguran que no conviene mantener la función de recirculación activa durante más de 10 minutos. Este sistema puede favorecer la aparición de somnolencia en el conductor.

Por tanto, la principal función del botón de recirculación del aire es que dentro del vehículo es favorecer un entorno más limpio. Pero este no es el único efecto, sino que también tiene otro, menos conocido pero muy importante: puede ayudar a reducir el consumo de combustible.

Como la recirculación ayuda a enfriar el aire dentro del coche en menos tiempo, el esfuerzo que debe hacer el sistema de climatización es menor. Por tanto, la cantidad de carburante necesaria para poder desempeñar esta función también baja.

Es por ello que el ahorro, tanto de gasolina como de diésel, gracias a este botón será bastante más evidente en verano que en invierno.

Un menor gasto de combustible viene derivado, en gran parte, de una conducción eficiente. Además, esta también favorece una reducción de las emisiones contaminantes. Parte de esta conducción eficiente está relacionada con un uso responsable del sistema de climatización.

No es que no haya que usarlo (es más, el coche tiene un consumo mayor de gasolina con las ventanillas bajadas por el calor que con el aire acondicionado), sino hacerlo de forma responsable. Es por ello que lo recomendable es evitar temperaturas demasiado altas o bajas, ya que hacen trabajar al sistema en exceso. También es mejor ayudar a enfriar el aire abriendo puertas y ventanas antes de iniciar la conducción.

Otra recomendación que ayuda a ahorrar en el consumo de combustible es conducir de forma suave, con una marcha constante y evitando los frenazos bruscos o acelerones. Además, es recomendable usar siempre la marcha más larga posible.

También es recomendable utilizar el freno motor y practicar la conducción preventiva. Esta es la que permite al conductor estar alerta para adelantarse a posibles situaciones. Todo esto tiene también un efecto en el consumo de carburante.