El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) advirtió que a lo largo de los primeros cinco años de esta administración se ha registrado un incremento sostenido del saldo de la deuda del Gobierno Federal y del sector público en su conjunto.

Entre diciembre de 2018 y octubre de 2023, el saldo de la deuda bruta total del Gobierno Federal se incrementó 22.1% en términos reales, al pasar de 8.32 a 12.88 billones de pesos (su mayor nivel para un mes de octubre en 18 años).

Esta tendencia se mantiene en lo que va de 2023, pues entre los meses de enero y octubre de este año el saldo de las obligaciones financieras del Gobierno se incrementó en 978 mil 300 millones de pesos (pasó de 11.91 a 12.88 billones de pesos durante este lapso).

De manera análoga, el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (SHRFSP) –la medida más amplia de la deuda del sector público federal– presenta una tendencia al alza: creció 9.4% en términos reales entre diciembre de 2018 (10.55 billones de pesos) y octubre de 2023 (14.65 billones de pesos).

El incremento de la deuda pública en un contexto de elevadas tasas de interés a nivel mundial se refleja, a su vez, en un aumento del costo asociado a la contratación y manejo de dichas obligaciones financieras.

Mientras que en los primeros 10 meses de 2019 el costo financiero del sector público presupuestario (Gobierno Federal, empresas productivas del Estado y banca de desarrollo) fue de 482.7 mil millones, en el mismo periodo de 2023 ascendió a 799.8 mil millones de pesos: un promedio de 80 mil millones de pesos al mes.

Este monto, añadió, equivale a una séptima parte (13.8%) de los ingresos totales que obtuvo el sector público durante ese periodo (5.78 billones de pesos), por lo que representa la mayor proporción de que se tiene registro para un periodo enero-octubre desde 2002, cuando fue de 14.1 por ciento.

Refirió que, a un año de finalizar la actual administración en octubre de 2024, el Gobierno Federal se encuentra ante el desafío de mejorar la recaudación y gestionar de manera más eficiente sus gastos. Esto es crucial dada la creciente deuda y el elevado costo financiero asociado, que limita el espacio fiscal disponible para satisfacer las necesidades de gasto de la población mexicana.