En riesgo 68.2% de población mexicana frente a desastres naturales

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) urgió a prepararse como país frente a los trastornos derivados del cambio climático, una realidad que, reafirmó, afectará al 40% del país que está expuesto a un riesgo ya sea por sismos, sequías, inundaciones, incendios o huracanes, pues, según el Banco Mundial: 68.2% de la población mexicana y 71% del producto interno bruto (PIB) son proclives a sufrir los efectos de desastres naturales.

 

También indicó, el cambio en los patrones de precipitación que dan lugar a sequías prolongadas e inundaciones sin precedentes así como la desglaciación y deshielo; el aumento del nivel del mar; el impacto en la biodiversidad; la amenaza para la seguridad alimentaria y su repercusión en la salud humana son parte de los escenarios en puerta.

Definió que es evidente es que se intensifica la ocurrencia de eventos climáticos extremos como huracanes, tifones, ciclones, inundaciones y sequías y lo más grave es su afectación en la vida humana. No aprender de lo visto y ocurrido en Acapulco sería un acto imperdonable.

Por ejemplo, al 15 de noviembre de 2023 más del 71.5% del país enfrenta una sequía anormal, solo el 28.5% del territorio está en condiciones normales. Esta situación contrasta con los mismos días del año pasado donde el panorama era a la inversa: 71.4% por ciento del país estaba libre de sequía según el Monitor de Sequía del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Hoy, la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) se encuentra en situación crítica con recortes no vistos al abasto de agua por el bajo nivel en las presas del Sistema Cutzamala.

Pero así como México sufre por la falta de agua, señaló que hemos sido testigos de un huracán como Otis que, en cuestión de horas, alcanzó una categoría 5 con consecuencias devastadoras. 

Reiteró que la recuperación de Acapulco y la costa de Guerrero llevará años y una inversión de al menos 300 mil millones de pesos.  El cambio climático global es, por lo tanto, la mayor amenaza que enfrenta la vida tal y como hoy la conocemos, pero pocos hablan del tema. Lo que se ha normalizado, tolerado e intensificado no es la prevención, las medidas de mitigación o de regeneración ambiental sino, lamentablemente, es el crecimiento poblacional, la sobreexplotación del agua y la deforestación.

Concluyó que no podemos quedarnos de brazos cruzados. El desastre en Acapulco reveló que mientras los daños de los fenómenos meteorológicos crecen, la protección a la población, la prevención y la planeación en el crecimiento urbano se quedaron estancados y no respondieron a la magnitud del problema.

Hoy, según expertos, el 40% del país está expuesto a un riesgo ya sea por sismos, sequías, inundaciones, incendios o huracanes. Según el Banco Mundial: 68.2% de la población mexicana y 71% del producto interno bruto (PIB) son proclives a sufrir los efectos de desastres naturales.  Debemos reaccionar y prepararnos, refrendó.

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