En un ambiente económico y comercial difícil, derivado de la pandemia de covid-19 y del conflicto bélico Rusia-Ucrania, es preciso aprovechar las oportunidades que brinda el Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) para atraer inversiones y exportar productos con alto valor agregado, señaló Kenneth Smith, exjefe negociador del T-MEC.
Aseveró que, al igual que a nivel país hay que reducir el riesgo, el estado Puebla tiene la oportunidad de “dar un mensaje de seguridad, de responsabilidad y transparentar los incentivos para la inversión y tener una política industrial que detone su potencial vinculada con la política comercial”.
Al participar en el foro sobre “Actualización del T-MEC”, organizado por el Consejo Mexicano de Comercio Exterior región sur (Comce-sur), que preside Antar Mendoza, consideró que la entidad podría desarrollar una política industrial que contemple el desarrollo de proveeduría regional, pues la pandemia de coronavirus demuestra los graves problemas que tiene toda la industria para el abasto de ciertos insumos, en particular la automotriz que por la falta de componentes debe suspender su producción de forma alternada.
Además de aprovechar las ventajas que da el T-MEC, el estado de Puebla tiene que trabajar para adecuarse en varios temas como el laboral, energético y las reglas de origen, dijo.
Tan solo en las reglas de origen si bien hay un periodo de transición de cinco años para el ajuste en el sector automotriz, “no es tiempo para dormirnos en nuestros laureles”, hay que trabajar para cumplir con los porcentajes, y en ello tiene que ver mucho contar con una proveeduría regional”, señaló Smith.
Recordó que Puebla es de los pocos estados que tiene los cinco tipos de energía –biogas, hídrica, solar, eólica y geotérmica (humeros)- lo que le puede dar una considerable ventaja para ser consistente con el mundo respecto al uso de las energías limpias.
Por su parte, Guillermo Malpica, exjefe de la Oficina de Comercio y TLCAN en Washington, destacó que Puebla debe aprovechar los recursos que tiene naturales y económicos para el desarrollo de proyectos que le permitan generar energías limpias y utilizarlas, a su vez, en el sector productivo, lo cual le daría una amplia ventaja competitiva.