El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, insistió que el sistema está seguro después de que la segunda y tercera quiebra bancaria de mayor magnitud en la historia de Estados Unidos ocurrieron en un periodo de 48 horas.
En respuesta a la crisis, los reguladores garantizaron que todos los depósitos Silicon Valley Bank y Signature Bank están a salvo y crearon un programa salvavidas a otros bancos con el fin de protegerlos de una corrida bancaria.
Los depositantes retiraron sus ahorros, los inversionistas vendieron ampliamente sus acciones bancarias y el gobierno federal se apresuró a asegurarle a los estadounidenses el lunes que el sistema bancario tiene solidez, luego de que la quiebra de dos bancos desató temores de que otras instituciones bancarias pudiesen declararse en bancarrota.