S&P Global Ratings estimó que los bancos en América Latina enfrenten un bajo crecimiento real del crédito en 2023 en medio de  altas tasas de interés, lento crecimiento económico y la incertidumbre política.

La rentabilidad continuará moderándose debido al deterioro de la calidad de los activos que exigirá que los bancos continúen fortaleciendo sus niveles de provisiones. Los bancos latinoamericanos están acostumbrados a operar en condiciones difíciles y tienen sólidos niveles de capital regulatorio y liquidez, lo que esperamos les ayude a navegar en el difícil entorno operativo actual.

En su análisis sobre América Latina y su panorama bancario por país estima un escenario en el que las calificaciones se mantienen estables a pesar de riesgos como la debilidad del sector inmobiliario y la incertidumbre política.

Explica que el sector bancario de Latina tiene baja dependencia del financiamiento internacional y cuenta con sólidos niveles de liquidez, factores esenciales para la estabilidad de las calificaciones.

De hecho, los impagos de algunas financieras no bancarias independientes en el colapso de ciertos bancos regionales de Estados Unidos y el rescate de Credit Suisse sacudieron la confianza, pero los riesgos de contagio se han moderado.

Destacó que la capitalización de los bancos se ha fortalecido en los últimos 10 años gracias a los sólidos niveles de margenes de interés recientes, al tiempo que los reguladores han ido implementando estándares internacionales.

"Estos factores amortiguarán los potenciales choques económicos que podrán enfrentar los bancos ante un escenario desafiante", observó.

Añadió que las perdidas crediticias en la región alcanzarán 136 mil millones de dólares, de los cuales 18 mil millones se vincularán con México y hasta 85 mil millones con Brasil, aunque los margenes más altos permiten a los bancos hacer frente a mayores pérdidas.