En 2023 el Producto Interno Bruto de la industria de la construcción crecerá alrededor del uno por ciento, impulsado por la obra pública, mientras que el sector vivienda reflejará temor de los hogares para contratar crédito hipotecario, conforme el análisis Situación Inmobiliaria México de BBVA Research.

La Obra Civil seguirá siendo el subsector que más aporte a la Construcción gracias al incremento sustancial del presupuesto a Obra Pública.

Por su parte, la edificación podría mantenerse estancada ante una demanda por vivienda nueva sin despegar y moderación de la parte comercial, aunado a que, las mayores tasas de interés por la política monetaria harán más caro el fondeo a esta actividad.

Sin embargo, el empleo formal y la masa salarial mostraron visos de recuperación, en especial sectores de trabajadores con ingresos iguales o superiores a los 192.44 pesos.

El precio de la vivienda aumentó 8 por ciento en el segundo trimestre del 2022, la media residencial en 8.2% y la económica social en 7.6 por ciento, con un precio promedio de 1.5 millones de pesos.

En materia inflacionaria, el alto costo de los insumos para la construcción podría moderarse en 2023, pero sin caer.

En materia de originación de crédito hipotecario, Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León, Estado de México y Querétaro reportaron los primeros sitios, mientras que Puebla se situó en el lugar 13 entre los 32 estados del país, en tanto que en la parte inferior de la tabla Oaxaca, Campeche y Tlaxcala.

De hecho las tasas de interés para el crédito hipotecario se mantienen bajas, comparadas con otros rubros, pese a las presiones inflacionarias, aunado a un crecimiento en la morosidad en esquemas de financiamiento como los vinculados con Infonavit.

El Índice de Morosidad de Infonavit (IMOR) dejó atrás la banda del 10 al 15% para saltar hasta 20% en el tercer trimestre de 2019, cuando inició la revisión de políticas de administración de créditos.

El resultado: casi 304 mil créditos fueron reclasificados de vigentes a vencidos, 180 mil cambiaron de régimen de amortización, 81 mil fue por el programa Borrón y Cuenta Nueva, 24 mil por prórroga automática, 9 mil por errores de administración y 8 mil por políticas de segregación.

BBVA Research destacó que el pico del IMOR se observa en marzo de 2021 cuando se termina el programa de apoyo a acreditados por COVID-19.

En paralelo, la cartera vencida pasó del 8 por ciento en septiembre del 2019 a 18 por ciento en junio del 2022.