Las alteraciones al ciclo del sueño derivadas de la saturación por cargas de trabajo, son el factor que detona los mayores riesgos, pues, cuando se descansa menos, los procesos del sistema endócrino se ven afectados y la salud se deteriora de diferentes formas; aunado a ello, el rendimiento laboral baja. “Tenemos que cambiar la narrativa del lugar que ocupa el trabajo en nuestras vidas”, advirtió Gabriela Roldán Hernández, académica de la Ibero Puebla.